3ª Tarea: El relato del azúcar que buscaba amistad en la naranja.
Erase una vez, en ciudad Frigorífico, una naranja. Una mañana la naranja fue la escogida para desayunar y ella estaba contenta, había sido la elegida de entre 10 naranjas. Cuando llegó a la encimera de la cocina se encontró con un alguien que nunca había visto, se llamaba azúcar y era de ciudad Despensa.
-¡Hola! Me llamo azúcar-. Dijo él.
-Hola... Buenos días, yo me llamo Naranjito-. Respondió la naranja; y seguidamente le pregunto al azúcar: ¿Sabes que hacemos aquí? Si, nos han elegido, pero ¿sabes para que?
-¡Claro! Nos han liberado para jugar, viajar y conocer mundo-. Contestó el azúcar.
Todo pintaba muy bien y divertido, ambos estaban contentos por ser los elegidos. Lo que no sabían era que no iba a ser así. Habían sido elegidos para formar parte del desayuno. Esto quería decir que la naranja iba a ser cortada por la mitad y exprimida; y que el azúcar iba a ser disuelto en el zumo.
Cuando estaban los dos hablando y se contaban como eran sus respectivas ciudades notaron que algo se acercaba... ¡Ah! ¡Qué hace ese cuchillo acercándose a mi!- Exclamó Naranjito.
-Nose... ¡Corre! ¡Rueda Naranjito!- Le exclamó Azúcar.
Era demasiado tarde... Estaba acorralado en la encimera de la cocina sin tener donde ir. Antes de que pudiera recorrer unos centímetros...-¡Zas!-. El cuchillo le corto por la mitad. Era el fin, Azúcar no se lo podía creer, acababa de perder a su amigo en menos que canta un gallo.
Minutos más tarde cuando Naranjito, o lo que quedaba de él fue exprimido, Azúcar noto que que le faltaba algo; estaba siendo recogido con una cuchara y disuelto en el zumo. Al principio le inundó el miedo, no sabía que estaba pasando. Pero, tras pensarlo iba a reunirse otra vez con su amigo, con Naranjito. Se relajó, se dejo rebañar y finalmente se disolvió en el líquido de Naranjito.
La verdad es que ahora formaban mejor equipo, antes por separado no tenían ninguna función, en cambio ahora unidos de esta manera, formarán parte de algún desayuno y Azúcar endulzará a Naranjito. Así éste dejara de ser tan ácido.
Al final... No todo había salido tan mal, estaban juntos y endulzados.
